.
Estar casados según la Real
Academia Española es unir a dos personas en matrimonio y no casarse con
nadie es ser independiente para pensar u obrar. Pareciera con tales
definiciones que casarse no es compatible con pensar de manera autónoma y que
al realizar el acto se pierde el obrar independiente. Quiero reflexionar sobre
este tema porque últimamente ha sido recurrente en consulta.
Sin pretender tener el secreto de estar felizmente casado, expondré
algunos puntos que me han permitido vivir treinta años de casada y facilitar a
mis clientes herramientas para caminar juntos sin perderse en la relación.
Comenzare con decirte que no es necesario que te ahogues en la relación
y para ello mantente solo a flote a través de mantener y gestionar lo que es
tuyo, lo que es propio, tus sentimientos, emociones, sueños, deseos y
diferencia que tu pareja solo podrá acompañarte pero jamás resolver lo que te
corresponde. Segundo, cultivar el agradecimiento, aprender a decir gracias nos
mantiene en el lugar adecuado y nos recuerda permanentemente que esta relación
es de los dos y que mi pareja no está obligada a complacerme ni yo a satisfacer
todas sus peticiones. Tercero, dar y tomar lo que hay sin insistir en cambiar
lo que se ofrece. Muchas veces deseamos que nuestra pareja nos de algo distinto
a lo que tiene para dar y esto se soluciona con vivir el noviazgo, por esto
repito a los jóvenes no se salten el noviazgo, es la etapa para mirar y asumir
lo que la otra persona tiene para sumarme y restarme. Cuarto, crear un espacio
para el constructo pareja y para esto se requerirá usar nuestra capacidad de
compartir, la pareja no es un sobre instantáneo que vaciamos en la habitación,
es un concepto de amor, comunión, respeto y solidaridad mutua que dos adultos
deciden desarrollar en favor de la fundación de una empresa de vida conjunta
que servirá para desarrollarse como amantes y compañeros de ruta casados y cada
uno con el pleno conocimiento de que les pertenece y que es de la relación.
Quinto, simplifique no complique. Que difícil puede ser este punto cuando se
viene de un hogar donde se aprendió a tomar atajos para resolver problemas y conflictos, alce su mirada y mire
donde quiera llegar, entonces suelte todos esos argumentos que imposibilitan la
vida en común. Y por último no condicione el amor, si va amar, ame y eso si
establezca limites sanos que estimulen el respeto y la valoración recordando
que el anillo de matrimonio va en el
dedo anular izquierdo porque por allí pasa la vena que une al corazón. Si
requiere ayuda, muévase y búsquela, todavía hay tiempo.
Comentarios