Actualmente estamos
viviendo un resurgir de las reuniones familiares, por diferentes razones, la inseguridad
de asistir a sitios públicos, la situación económica y el acompañamiento por
causa de enfermedades y también de celebrar los logros de los miembros, está
convocando a todo el grupo familiar.
Estas permiten modelar los
valores, los roles y la resolución de conflictos entre gente que se ama.
Permiten enseñar la solidaridad y el amor en tiempos difíciles.
Solo se necesita disponer
de voluntad, porque el espacio físico (casa) existe, va a ayudar no exigir
formalidad, al final es una reunión familiar, allí los más pequeños aprenderán
el trabajo, el esfuerzo y el respeto.
La palabra familia es una
palabra derivada de famulus que
significa sirviente o esclavo. Es equivalente a patrimonio e incluía a todos los que la formaban, parientes y
sirvientes. Se conecta con la palabra familiaris, que significa allegados,
amigos. También está relacionada con la palabra fames (hambre), lo cual hace
referencia a que todo el grupo familiar sacia su hambre en una misma casa. Así
que tenemos en la familia el centro educativo por excelencia.
La familia cuando aprende
a estar junta, se le facilita afrontar las diferentes situaciones, las difíciles
y las de buenas noticias. Son un buen escenario para planificar los eventos y
practicar la inclusión.
Algunos padres me
preguntan en consulta que deben hacer para que los hijos les salgan
agradecidos, les respondo: que los hijos no salen, los formamos, y la mejor
manera es traerlos con nosotros a visitar a nuestros padres, nos verán cuidar a
sus abuelos y así aprenderán a cuidar de los mayores de la familia. Tal vez la
preocupación es: si mis hijos me van a cuidar, cuando ya no pueda cuidarme. Y
este es un excelente punto, me estoy cuidando? Mis hijos y familia me ven
interactuando? Tengo tiempo para ellos?, recuerde que todo lo que siembre es lo
que cosechara, es hora de revisar lo que estamos viviendo y mostrando a nuestra
familia, preguntarnos si soy un buen modelo para ellos o hay algo que enmendar
urgentemente.
He encontrado personas
preocupadas porque quieren tener una familia y les tranquilizo, diciéndoles,
que ya tienen una familia, tal vez lo que no tienen es una familia nutritiva,
solidaria y que les mire para reconocerle sus triunfos.
La familia debe ser el lugar donde sus miembros son
escuchados, reconfortados y animados a seguir adelante. El lugar donde se
aprende a amar y perdonar, donde se extiende la compasión y la bondad.
Suelta esa piedra con la
que golpeas a los tuyos y extiende esa mano para sostener al débil.
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