Un embajador es un representante, es un
delegado que manifiesta públicamente la organización o país que representa.
Cuando título a este articulo embajadores de amor, me estoy refiriendo a que
somos portadores perpetuos de lo que hemos aprendido en nuestro hogar. Podremos
separarnos (hasta por razones sanas, como lo es el caso de la violencia), solo
que siempre tendremos el estatus de proceder de una familia y eso lo sentencian
nuestros apellidos. Formar una familia es una tarea titánica, es el nido de
construcción de los ciudadanos, es el centro de modelaje de los valores y el
escenario donde se expresa, enseña y transmite el amor.
Una vez que somos embajadores las
miradas nos escudriñan, nos evalúan y nos aprueban. La forma como nos
conduzcamos definirá si venimos de una buena formación o no.
En nuestras relaciones serviremos,
participaremos y haremos vínculos. También habrá quienes no harán esto y se
dedicaran a vivir para sí o de los demás, sin embargo seremos embajadores de
ese lugar de partida: nuestra familia.
Ahora bien Ud. se puede conformar con
ser un embajador de su familia, mas hoy quiero proponerle a que se convierta y
por decisión propia en embajador de amor. Amar es el resultado de una decisión,
que se puede aprender en el desarrollo afectivo durante la infancia o por una
disposición de la voluntad, para lo cual necesitara aprender el verdadero
significado del amor y crear su propio concepto. Adicional a esto deberá añadir
técnicas de afrontamiento para no violentar con sus respuestas a las personas,
a la hora de resolver problemas y conflictos.
Ser embajadores de amor no significa
dar limosnas y uno que otro regalo en navidad, significa sembrar en su diario
caminar una vida que siembra solidaridad, respeto, aceptación, trabajo en
equipo y optimismo.
Es disponer la vida para ayudar sin encargarse
de los demás, es mirar alrededor para ver la necesidad y suplirla. Es entrega,
es perdonar y no engancharse. Es permitir que las manos de Dios toquen a los
tuyos a través de ti.
Y quienes son los tuyos? Los que están
cerca de ti, los que son familia y los que no, los que te aman y los que te
adversan. Tus vecinos, compañeros de ruta, los que te abrieron su corazón para
recibirte con todas tus debilidades, los que decidieron amarte a pesar de lo
que vieron.
Al final ser embajadores de amor es una
decisión, yo decidí amar y tú?
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