Pueden prohibirme seguir
mi camino, pueden intentar forzar mi voluntad. Pero no pueden impedirme que, en
el fondo de mi alma, elija a una o a otra.
Henrik Johan Ibsen
La palabra elegir significa escoger y seleccionar. E implica una
responsabilidad y una perdida. Responsabilidad porque amerita dar la cara y
asumir las consecuencias de la decisión. Perdida porque en la elección, tomo
una de las propuestas y debo renunciar a la otra. Elegir me enfrenta a mis
temores, es el espejo donde me miro con todas mis debilidades y fortalezas. Algunas
personas la toman como una excusa para continuar siempre igual.
El poder elegir nos da la libertad de vivir y aprender, siempre habrá
opciones y oportunidades de defendernos de lo común y no dejarnos arrastrar por
los determinismos. Al elegir desarrollamos nuestro espíritu creativo y nos
hacemos expertos en la asertividad, porque no nos quedara otra opción que
aprender a defender nuestros criterios y aceptar los logros que de ellos
derive.
Ahora bien hay errores al elegir: cuando elegimos por los
beneficios económicos, por los trueques, por suplir una necesidad, en
definitiva por no mirar y considerar las consecuencias.
Elegir no garantiza la felicidad ni la desdicha, solo me coloca
frente a un nuevo escenario, donde probablemente deba mostrar mis habilidades y
adquirir herramientas para alcanzar esa disposición del corazón.
Elegir conlleva al progreso personal, veamos un ejemplo, si voy
a comprar un jugo y solo hay dos sabores que no he consumido, níspero y lulo,
pues al pedir uno de ellos, me hará conocer ese sabor, si me gusto o no, me
permitirá volverlo a pedirlo o no. En otras palabras la elección me trae
conciencia, conocimiento y determinación.
La elección trae libertad y responsabilidad. Trae la
satisfacción del riesgo y haber aprendido la lección. Te hace adulto, te hace
salir del desear lo que no tienes para poseer eso que sueñas, alcanzarlo o mejorar
las formar de adquirir, te permite desarrollar las potencialidades y caminar
hacia la felicidad(lo que nos mueve o conmueve).
Cuando salgas de tu comodidad y te muevas hacia lo que quieres,
sabrás lo que significa: si se puede, no es tan difícil, lo logre. Cuando dejes
ese escondite sabrás lo que es correr y fluir para decir llegue.
Al final elegir significa descubrir una mentira y asumir mi
verdad, significa empoderarme y convertirme en eso que tal vez mi sombra no me
ha permitido ver.
Atrévete y asume, que nada ni nadie te impida alcanzar lo que
quieres lograr.
Te ánimo para que en este momento donde estamos a punto de
cerrar un año, reflexiones y hagas buenas elecciones, desde la conciencia y no
desde la fragmentación.
Comentarios