La pareja es un encuentro entre dos personas
adultas, que se pueden responsabilizar cada una de sí misma, en esa unión, los
dos se encargan de la relación, aportando así beneficios a la misma. Uno de los requisitos validos será determinar
quienes la conforman, y es que la pareja solo está formada por dos miembros,
los demás son espectadores, acompañantes o intrusos según el caso. Esta pareja
en construcción amerita tiempo a solas, tiempo con la familia de cada uno;
juntos y por separados. Tiempo con las amistades, de cada uno y con los nuevos
amigos que deberán buscarse en un nuevo escenario, es decir que tendremos tres
tipos de amistades, los de él, los de ella y los que ambos hemos recibido en nuestra
relación.
La pareja necesita comprender que cuando se ama
también debe abrirse al dolor, los dos estarán presentes y que el poder
mirarlos nos ayudara en el recorrido. Nos tocara también abandonar lo
complicado, simplificar la vida, dejar de pedir cono bebes y asumir que una vez
crecidos, somos responsables de las decisiones tomadas, que no se trata de: es
que no sabía que era así, no amigos, la pareja es responsabilidad, es aceptar
que ahora camino con alguien,
que habrán momentos gloriosos y penosos también, que cada crisis nos recordara
que la otra persona existe y que es diferente a mí y que basándonos ese respeto
podremos volvernos operativos, asumir el rol de pareja, entendiendo que debo
abandonar el concepto de que mi acompañante es mi padre o madre, o es una extensión
de mi ser, o forma parte de mi prole, o es una buena amistad o sencillamente
pues debe aceptarme como soy. Amigos la pareja es una construcción, donde me
desarrollo diariamente y no doy nada por sentado, es un escenario de
acercamientos, de encuentros, desde donde abro la puerta y las ventanas a esa
otra persona con quien decidí formar una relación muy cercana y que en esa
aproximación tal vez, quizás, reciba daños, pero estoy disponible para mirarlos
y afrontarlos. Que una vez manejado estos daños, saltos los muros del
aislamiento para dejar a un lado la idealización y los controles indignos que
atan a mi pareja y nos hacer mirar el espejo del reencuentro, para juntos
buscar un lugar desde donde podamos ser personas y pareja.
Mayela Carrillo
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