Hablar de las madres es toda una exposición, es
revisar (sin juzgar) lo que hicieron las mujeres de nuestra familia ejerciendo
el rol de madre y lo que hemos aportado nosotras a la construcción familiar de
las nuevas generaciones. En las sociedades actuales se concibe la maternidad
como un oficio con alto grado de pasión, presión, amor y dolor. La maternidad
no trae instrucciones académicas, lo que si trae
impreso es la carga cultural de entrega y sacrificio, ser madre es una
experiencia que siempre está en constante cambio. Existen muchas creencias acerca de lo que la mujer-madre debe ser: todas
las madres aman a sus hijos, las mujeres nacen para ser madres, la maternidad
es natural y por lo tanto fácil, las madres siempre saben qué es lo mejor, la
maternidad es una bendición, la maternidad es instintiva y otras muchas otras
ideas. Sin embargo, estas creencias
están muy lejos de la realidad del día a día de las mujeres,
existirán quienes hayan crecido al lado de una madre sobreprotectora o al lado
de una que comprende que la mejor manera de tener hijos sanos mentalmente es enseñarles
a valerse por sí mismos,
acompañándolos y enseñándoles en el proceso de crecer. La madre perfecta es un mito y además una
tarea muy costosa de mantener. Somos más convincentes cuando nos mostramos con nuestras debilidades y flaquezas. Trabajar sin descanso para hacer
creer a los demás que somos la cúspide de la perfección es agotador y nos aleja de nuestros seres queridos. La mujer que ejerce la maternidad también se topa
con sentimientos encontrados en su quehacer. Suele ocurrir que las madres
sienten que sus hijos e hijas dependen demasiado de ellas. Sin embargo, cuando
ven que sus pequeños quieren ser demasiado
independientes se sienten
aterrorizadas. Una es una "buena madre" porque está dando lo mejor de sí misma. Sentirse culpable no es un elemento de ayuda.
La madre perfecta no existe.
Todas las madres cometemos errores, gracias a
ellos aprendemos. Lo mejor es expresar
los sentimientos, y esto no significa gritar o arrojar lo que tengamos a
mano, es decir con claridad y en un tono no ofensivo lo que nos está
molestando. Los hijos e hijas repiten y aprenden lo que hacemos y NO lo que decimos que deben hacer. Como
madre cuídate, como hijo hónrela, hago algo valioso con lo que ella le dio.
“Es correcto (y constituye un gran avance) comenzar a pensar en los dos bandos que participan en la interacción como dos ojos, cada uno de los cuales da una visión binocular en profundidad. Esta visión es la relación". Gregory Bateson El embrollo sistémico es un término que pertenece a las Constelaciones Familiares, creadas por Bert Hellinger, y se presenta cuando tomamos el lugar, rol o posición de otra persona en el sistema. Cuando lo hacemos, comenzamos a vivir una existencia que no nos pertenece. Trayendo como consecuencia, que otra persona también tome mi lugar y provocando todo esto una confusión, donde los miembros en su totalidad y de manera especial la generación de relevo, no distingue quien es quien, no diferencia el ejercicio de roles y genera conflictos tras conflictos, cumpliendo así, otro principio de las constelaciones familiares, que es, lo reprimido vuelve a aparecer. Es conveniente centrar la atención ya no en el sujeto, sino en la interacción, y esta debe...
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