La Asamblea
General de las Naciones Unidas declaro el 25 de noviembre como el día
internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer, con el
objetivo de sensibilizar a la opinión pública sobre la problemática social que
más vidas resta en todas las áreas relacionales.
La violencia
es una enfermedad social, es el despliegue del poder sobre otra persona, quien
está en desventaja, en este intercambio relacional se manifiesta el poder, el
autoritarismo, la fuerza y la manifestación de modelos inadecuados para la
resolución de conflictos. La baja
tolerancia a la frustración, la falta de control de impulsos y la escasa
contención familiar y social son el caldo de cultivo para que cada año las
cifras de víctimas aumenten. Hay personas que acostumbran imponer su criterio,
para ello anulan a su semejante, creyéndose poseedores de la verdad ejercen una
forma de violencia que incluye cuatro aspectos y una vez más hare énfasis en el
área atención a las mujeres, quienes son la población más vulnerable (el ochenta
por ciento de las mujeres asesinadas, mueren en manos de sus parejas y en el
hogar). Estos cuatros aspectos son: 1.El control de los movimientos de las
mujeres o la restricción de su acceso a la información o la asistencia
(impedirle estudiar o trabajar, control económico, etc.), así como el
aislamiento de su familia o amigas/os y de otras relaciones sociales; 2. Las
relaciones sexuales sin consentimiento o forzadas; 3. La violencia psicológica,
que comprende la desvalorización, la
intimidación, el desprecio y la humillación en público o privado, y 4.
Los actos físicos de agresión.
El modelo romántico cultural no
puedo vivir sin ti, si tú te vas…, no te vas a conseguir a otro como yo,
han fortalecido el constructo social desde donde, con una serie de actos y
palabras repetidas algunas mujeres son seducidas en estas relaciones,
desarrollando el Síndrome de Estocolmo, que no es más que la incapacidad de
distinguir a los ayudadores del victimario, lo que permite que su prisión
emocional se perpetúe.
Algunas mujeres, han visto de manera natural los gritos, insultos, burlas,
críticas y desplantes, provocando una sensación de estar caminando sobre vidrio
molido, generando esto, a su vez, inseguridades, miedos y un desgaste emocional
que repercute severamente en su entorno, por lo cual la Organización Mundial de
la Salud decreto la violencia contra las mujeres un problema de salud
pública. Si te identificaste o conoces
a alguien, contáctame y huye por tu vida.
Comentarios