No soy peón de
este ajedrez. Mayela Carrillo
Dedicado a Victoria Roberts, quien me hizo alzar mi voz…
El peón
en el juego de ajedrez es una pieza
fundamental en el desarrollo de este deporte. Inicialmente solo podían
movilizarse de una sola forma, investigando encontré que el reglamento cambio y
con él, su movimiento, argumentando lo tortuoso que resultaba la realización de
tácticas de aperturas. Los peones representan la infantería, lo cual significa
que son la fuerza de combate a pie, utilizan
todo tipo de armas y de transporte, les corresponde las primeras filas y apenas llevan protección. Normalmente se sacrifica a un
peón para adquirir una ventaja, para ganar
tiempo, para proteger el camino de otro y construir agujeros para fortalecer la
pieza clave. Por regla general a
menudo encontrada en varios principios de ajedrez, se sugiere que un jugador
debería ganar tres tiempos (movimientos) por un peón sacrificado. Cualquier jugador puede
convertir su peón en cualquier pieza que desee. En otras palabras el peón está
supeditado totalmente a quien piense y decida por él. El asunto se complica cuando algunas personas
quieren tratar a su prójimo como objeto, como peón de un tablero de ajedrez.
Rudolf Spielman dijo “No nos podemos resistir a la fascinación de un sacrificio ya que la pasión por los sacrificios es parte de la naturaleza de un jugador de Ajedrez”. James Mason dijo: “Cada Peón es potencialmente una Reina” Nigel Short: “El Ajedrez moderno está demasiado preocupado con cosas como la estructura de Peones. Olvídenlo, el Jaque Mate termina la partida” y Garry Kasparov afirmo: “El Ajedrez es tortura mental”
Todas estas frases me hicieron reflexionar sobre la manipulación hacia quien un sistema le ha otorgado un rol de sometimiento y por supuesto a una defensora de derechos humanos, esto le activa todas las alarmas de violación, discriminación y coacción. Esto me lo confirma A.D Philidor, destacado músico y jugador del siglo XVIII, quien definió al peón como el alma del ajedrez, quienes solos forman el ataque y la defensa del juego.
Rudolf Spielman dijo “No nos podemos resistir a la fascinación de un sacrificio ya que la pasión por los sacrificios es parte de la naturaleza de un jugador de Ajedrez”. James Mason dijo: “Cada Peón es potencialmente una Reina” Nigel Short: “El Ajedrez moderno está demasiado preocupado con cosas como la estructura de Peones. Olvídenlo, el Jaque Mate termina la partida” y Garry Kasparov afirmo: “El Ajedrez es tortura mental”
Todas estas frases me hicieron reflexionar sobre la manipulación hacia quien un sistema le ha otorgado un rol de sometimiento y por supuesto a una defensora de derechos humanos, esto le activa todas las alarmas de violación, discriminación y coacción. Esto me lo confirma A.D Philidor, destacado músico y jugador del siglo XVIII, quien definió al peón como el alma del ajedrez, quienes solos forman el ataque y la defensa del juego.
Finalizo esta reflexión
con una sugerencia, si ud tiene decisión propia, por favor deje de ser peón,
abandone el tablero y decida ser autor de sus movimientos. Si a usted le gusta
que lo manden, busque ayuda, porque alguien está viviendo su vida. Y si a ud le
gustan los retos y ser protagonista pues sencillamente repita: no soy peón de
este ajedrez.
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