Para prevenir es necesario mirar el conflicto como un proceso y dejar de mirarlo como una
acción. El conflicto es una percepción que incluye a quien me está afectando y a mí que
estoy recibiendo el daño. Prevenir es conflicto es mirar lo que ocurre, como, cuando,
donde, con quienes y las respuestas al mismo. Prevenir el conflicto es ubicarme en mi
espacio, asumir mi cuota y definitivamente soltar lo que no me pertenece. Hoy ofrezco
cuatro pilares de la prevención del conflicto:
1. Mirar el contexto y la situación. Identificar lo que lo sustenta e impulsa y también lo
que lo disminuye y esto con la única intención de contemplar su movimiento y lo
que es necesario ubicar. .
2. Identificar a las partes, quienes sean, probablemente habrán sorpresas.
3. Enumerar los posibles escenarios.
4. Planificar respuestas propicias y efectivas para identificar acciones.
También será necesario comprender la escalada del conflicto y en que etapas nos
encontramos para asumir responsabilidades y posturas. Mirar lo sistémico,
proximal y estructural para abandonar las posturas infantiles y asumir las de
adultos. Lawrence Woocher (2009) considera que la prevención eficaz de los
conflictos exige un conocimiento sobre cuándo, dónde, y cómo diseñar y aplicar
estrategias, debidamente adaptada para cada caso único.
Si estás pasando por un conflicto, asolo míralo, no niegues ni ocultes su
existencia, asúmelo y aplica soluciones estructurales, reconoce tu cuota y cancela
la deuda (de cualquier tipo) no vaya ser que tu enemigo te lleve ante el juez hasta
que pagues el ultimo cuadrante.
La próxima vez que tengas un conflicto, solo míralo y acércate con todos tus
recursos. Resuelve, basta ya de repetir historias, mereces vivir mejor.
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